Precaución: “La derecha reaccionaria”
Por Alfredo Elizarraras
Hablar de la derecha prianista y en general, la derecha internacional no es algo muy grato. Sobre todo, porque sabemos lo que ellos representan para los proyectos sociales.
Ya que, ellos, de manera constante, han demostrado su odio hacia la sociedad que no se adapta a sus estereotipos morales. Sin embargo, eso no es lo que les da un alto de peligrosidad. Más bien, es la idea que ellos tienen para sostener sus noticias falsas a costa de lo que sea.
Ellos pueden inventar noticias falsas, manipular la información a modo y posteriormente, difundirla en cualquier medio a su alcance. Cuando la nota falsa no tiene mucho impacto, recurren a una vía sumamente peligrosa: “El terrorismo”. Sin importar las vidas que pongan en peligro o el terrible impacto psicológico que eso ocasione, son capaces de hacer todo lo que esté a su alcance, con tal de alcanzar su objetivo.
Su estrategia más común, es la manipulación informativa y de la verdad, de conformidad a sus propios intereses. Un día pueden salir a la luz, amenazando a periodistas y burlarse de ellos (cuando son periodistas que no concuerdan con su pensamiento, como una senadora muy conocida lo hizo en contra de Vicente Serrano) y al siguiente, pueden salir a exigir justicia por un atentado a un periodista que andaba a bordo de una camioneta blindada.
O incluso, pueden destituir a un presidente legítimamente electo, encarcelarlo y reprimir las manifestaciones sociales en contra de dicho acto y al mismo tiempo y con todo cinismo, hacer un llamado al respeto de la democracia, como lo hizo Dina Boluarte, cuando se gestó un intento de golpe de Estado en Brasil. Siendo que, por un lado fue ella la que está en la presidencia de su país, de manera ilegitima.
Esa es la verdadera esencia de la derecha: “un día son los represores y autoritarios. Al siguiente, se martirizan y llaman a combatir la represión y el autoritarismo”.
Aunque, esa estrategia puede tener un efecto nulo, cuando la sociedad y el gobierno que lo padecen, están unificados y dirigidos al mismo fin colectivo. Bien lo ha dejado en claro nuestro presidente Andrés Manuel, quién, mediante su honestidad y constante estudio de la situación de nuestro país, ha sabido gobernar a favor de la mayoría social.
Un pueblo altamente politizado, no será manipulado con facilidad y al contrario de lo que parece, será el mismo pueblo, aquel que entre al debate público, para verificar la veracidad de la información que llega a sus oídos.
Esa es la importancia de la formación política.
Sin embargo, es necesario que todo aquel que busque los cargos de elección popular, no se aleje jamás de las bases sociales y tenga la suficiente estrategia, para no dejarse amedrentar por la derecha rapaz. Ni mucho menos, que se aleje de la constante formación política.
Ya que, la derecha rapaz, es una fuerza con altos parámetros de exigencia y que pueden llegar a consumir la vida política de aquel incauto que suele beber de su cuenco, para adquirir peso político.
Así es, ya que, es bien sabido que quién se atreve a negociar con la derecha, estará vendiendo su alma al diablo. A aquel demonio destructor de la vida y enemigo del conocimiento y del máximo bien del pueblo.
Es decir, una derecha rapaz que, en contraposición a lo que buscaban los antiguos filósofos, ésta (la derecha) buscará el máximo mal de pueblo que es la infelicidad, a través de la injusticia social. Además de tratar de destruir de manera sistemática, aquello que suene a “socialismo o dictadura zurda”.